Entrevista a Marcos D’Andrea – Software Developer Technical Lead | Creative Designer
La tecnología audiovisual ha revolucionado la manera en que nos comunicamos y nos relacionamos con nuestro entorno y con los demás. A través de los espacios inmersivos, la realidad virtual, el diseño interactivo y otras tecnologías innovadoras, podemos hacer visible lo invisible y crear experiencias sensoriales únicas que antes no eran posibles.
En Proyecciones Digitales abordamos desafíos complejos que requieren creatividad, precisión técnica y una integración experta. Los domos inmersivos son un claro ejemplo de ello. Para entender mejor qué se necesita para que estas estructuras funcionen como entornos realmente envolventes, conversamos con Marcos D’Andrea, Software Developer Technical Lead y Creative Designer con amplia experiencia en experiencias inmersivas.
Diseño y Tecnología en Domos Inmersivos: Claves para una Experiencia Impactante
La creación de experiencias inmersivas dentro de un domo hemisférico implica la integración precisa de diversas tecnologías audiovisuales, sumadas a un enfoque centrado en el visitante. Para lograrlo, es indispensable contar con un sistema de sonido envolvente multicanal y un software de reproducción capaz de operar tanto en formato multicanal como con múltiples proyectores. En este último caso, la solución debe contemplar la capacidad de generar una imagen continua mediante técnicas de stitching, que pueden realizarse de forma manual o automatizada. “Esto puede hacerse mediante software y una cámara especial compatible, lo que permite que la imagen se perciba como una única proyección”, explica D’Andrea.
El diseño de la experiencia está directamente condicionado por variables como el tamaño del domo, sus características físicas —si se trata de una estructura fija o una carpa tipo iglú—, la cantidad de público esperada y, especialmente, el perfil técnico de los operadores. “De eso depende qué tipo de solución se busca a nivel software, ya que hay sistemas como la calibración por cámara que son prácticamente autogestionados”, afirma.
Respecto a las condiciones del espacio, si se trata de domos temporales para exteriores, es fundamental que la lona sea blackout, es decir, que impida completamente el paso de luz exterior, especialmente durante el día. Además, cuando el domo funciona mediante presión negativa, el interior adquiere una superficie lisa, evitando la distorsión visual generada por las estructuras facetadas. En el caso de domos construidos en interiores, estas restricciones no aplican.
El diseño acústico debe considerar las dimensiones del domo, el tipo de materiales utilizados y la cantidad de público. A partir de estos factores se calibra el sistema de sonido para lograr una distribución adecuada dentro de la estructura hemisférica.
Por su parte, la selección del sistema de proyección responde a tres criterios principales: el tamaño del domo, la luminosidad esperada y la resolución deseada. Todos estos elementos deben pensarse en conjunto para garantizar una experiencia visual envolvente y coherente con los objetivos del proyecto.
El sistema de control también juega un rol crítico, especialmente en función del perfil del operador. “Mientras más profesionales en la materia sean quienes van a operar, el sistema puede simplificarse en la implementación”, señala. En cambio, si se prevé que los operadores no serán técnicos especializados, se recomienda desarrollar una solución que sea lo más autogestionada posible, preferentemente con interfaces de operación tipo one-button, acompañadas por un plan de asistencia técnica.
Conclusión
Los domos inmersivos son mucho más que una estructura llamativa: son sistemas complejos que requieren una ingeniería audiovisual precisa, sensibilidad estética y adaptabilidad a múltiples condiciones técnicas y operativas. Como expresa Marcos D’Andrea, “automatizar, simplificar y garantizar una experiencia fluida es clave para que el público viva algo verdaderamente memorable”.
En Proyecciones Digitales trabajamos para que la tecnología esté al servicio de la experiencia. Porque hacer visible lo invisible requiere más que buenas ideas: requiere conocimiento, creatividad y excelencia en la ejecución.
